Caso Huawei-Google

El gigante de Mountain View ha querido tranquilizar a los actuales propietarios de un teléfono de Huawei. Según el comunicado, los actuales modelos con Android seguirán accediendo a la Play Store y disfrutando de las ventajas del servicio Google Play Protect que protege contra malware como venía ocurriendo hasta ahora. Entonces, ¿qué va a cambiar exactamente?

Que Google siga permitiendo accesos a dichos servicios no significa que el terminal va a seguir disfrutando de todo el sistema con normalidad. Google no ha entrado en detalles sobré si los dispositivos podrán actualizarse con nuevas versiones, algo que podríamos intuir que no ocurrirá, aunque Huawei parece decir lo contrario. En un comunicado oficial, la marca recuerda el importante papel que ha jugado en el crecimiento de Android con la ayuda de sus contribuciones en el desarrollo y crecimiento del sistema operativo en todo el mundo, garantizando además que todos los dispositivos actuales seguirán disfrutando de actualizaciones y soporte. ¿Sobre el futuro? Nada claro.
Como puedes comprobar, la marca ha apaciguado las aguas en lo que a los actuales dispositivos se refiere, sin embargo, en lo que al futuro respecta parece ser más precavida. Con la frase “continuaremos construyendo un ecosistema de software seguro y sostenible” no parece indicarnos exactamente que Android vaya a formar parte de ese futuro, por lo que es ahí cuando las dudas comienzan a cobrar mayor peso.
Por ejemplo, visto lo visto el Huawei P30 Pro podría tenerlo muy difícil para actualizarse a Android Q, aunque los servicios que funcionen recibirán mejoras y parches de seguridad de cara a corregir posibles bugs tal y como han confirmado ambas compañías. También lo hará todo aquello relacionado con el propio sistema operativo, ya que Android, dentro del proyecto Android Open Source Project, seguirá siendo de código abierto y estará disponible para todo el mundo, incluyendo Huawei.

La tecnología al rescate del medio ambiente

Según los expertos, el impacto medio ambiental se debe principalmente a tres factores: el tamaño de la poblaciónsu bienestar y la tecnología. Mientras los dos primeros crezcan sin control, la involución aumentará junto a ellos. Es aquí donde el tercer y último elemento debe intervenir para contrarrestar los efectos del desarrollo demográfico y económico. Y es que la tecnología mantiene una relación mucho más saludable con el ecosistema, reduciendo las emisiones contaminantes.Bajo esta premisa, no todos los sistemas y procedimientos cuentan con el mismo potencial para cambiar la calidad ambiental, reducir el impacto del hombre en el medio y promover una concientisación sobre el tema a nivel global. Nuestra esperanza reside en unas técnicas muy concretas.

A continuación se muestran tecnologías que ayudan al medio ambiente:

Biotecnología
Como su propio nombre indica, la biotecnología hace referencia a toda aplicación tecnológica que utiliza sistemas biológicos u organismos vivos para la creación de procesos específicos. En el tema que hoy nos preocupa juega un papel fundamental a la hora de luchar contra aspectos como la contaminación o el efecto invernadero. Por ejemplo, ¿has oído hablar alguna vez de la biorremediación? Esta utiliza hongos y bacterias para descontaminar las aguas residuales. Una tecnología viva a favor del progreso sostenible. Otra alternativa es la producción de biomateriales, capaces de almacenar compuestos tóxicos como el dióxido de carbono o el amianto, tan perjudiciales para nuestra atmósfera.
Energía termal
Otra medida, desconocida por muchos pero de increíble potencial, es la energía termal. El océano es uno de los recolectores de energía solar más grandes del planeta. Cada día, absorbe una cantidad similar a 250 billones de barriles de petróleo, suficiente para abastecer a todo el mundo. Ya que, en términos generales, este consume alrededor de 90 millones de barriles de petróleo al día. Las cuentas cuadran y más con la colaboración de la tecnología OTEC, que convierte la energía termal en electricidad usando la diferencia de temperatura entre la superficie del agua y el fondo marino.
Depolimerización
Todavía en fase de experimentación, la depolimerización se presenta ya como uno de los métodos del futuro para proteger el medio ambiente. La base de esta tecnología es convertir en combustibles funcionales cualquier desperdicio que incluya carbono en su composición. Es decir, objetos corrientes y de uso diario como los neumáticos del coche, las prendas de ropa hechas de poliéster, los envases de plástico, la madera e, incluso, los desechos de los animales. Para lograr el resultado esperado, sólo deben someterse a unas condiciones extremas de calor y presión. Y todo desde la comodidad del hogar, pues el proceso incluye la instalación de una caldera específica apta para cualquier entorno.